martes, 29 de mayo de 2018

Muñeco

Analicé seriamente las palabras, tus palabras, las que surgieron de un nuevo adiós.
Me contaste que te dolió conocer el final antes que el principio.
Te dolió la pérdida de algo que nunca tuvimos,
que anhelaste con paciencia, mientras que yo sólo ... estaba.
Me ofreciste seguirme con los ojos cerrados, pero yo soy abismo.
Me apenó no poder darte más,
pero te advertí que todavía estaba armando mi valija,
y que esto no era el viaje, sino una parada.
Se quemaron tus pensamientos al concebir que luego de vos
habría otros pasajeros, te expliqué que no importaba aquello,
sino hasta dónde te acompañé.
Quisiste invocar al olvido como cosa divina y salvadora,
te dije que prefería aceptación y guardarlo en la memoria.
Muñeco me apena no darte más, pero no lo suficiente como para poder cambiar.

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