No quiero.

Quiero que me respeten.
No quiero tener miedo de caminar sola en la calle.
Quiero que me respeten.
No quiero elegir mi ropa en base a la reacción que pueda producir en los demás.
Quiero que me respeten.
No quiero que mi lugar sea la cocina.
Quiero que me respeten.
No quiero que mis amigas, vecinas, hermanas, primas crean que es normal que los hombres les griten cosas.
Quiero que nos respeten.
No quiero que por dar opinión me digan que así no voy a conseguir marido.
Quiero que me respeten.
No quiero que contraten en un trabajo por mi aspecto físico. Quiero que me contraten por mis capacidades.
Quiero que me respeten.
No quiero que piensen que debilidad es sinónimo de mujer.
Quiero que me respeten.
No quiero que nadie crea tener el derecho de decidir sobre mí y sobre mi cuerpo.
Quiero que me respeten.
No quiero que piensen que una mujer fue abusada porque se lo buscó.
Quiero que las respeten.
No quiero que haber nacido mujer me haga tener miedo.

Y sobre todo quiero que no hagan ojos ciegos y oídos sordos ante una situación de acoso, abuso, menosprecio hacia nosotras.
Una sola persona que actúe puede cambiar la mentalidad de los demás.